Un buen día te encuentras haciendo un presupuesto porque alguna criatura de la naturaleza ha decidido acabar con un lector de DVD. Así que habrá que repararlo, o mejor dicho, comprar otro. Y te encuentras en una tesitura similar a la siguiente:

• Lector/Grabador de DVD interno: 16€
• IVA: 2,5€
• Canon: 3,4€

Algo no funciona aquí. ¿Me están diciendo que tengo que pagar por una unidad lectora de DVD 3,4€ (lo que supone un 21% del aparato) por si acaso lo utilizamos para grabar CDs de Ramoncín? Por si no lo había comentado, la unidad servirá para que pequeños de 3 años empiecen a utilizar los ordenadores con juegos (¡originales!) educativos.

No niego que seguramente se necesite regular la sociedad de la información en el aspecto de los derechos intelectuales, pero desde luego, ESTA NO ES LA FORMA. ¿Dónde reclamo el dinero? ¿Ahora que he pagado puedo utilizar el lector para instruir a mi pequeña banda de 3añeros piratillas de forma totalmente legal?

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Gracias a Fer, descubro esta página: miparentela.com que te enseña la distribución de tu apellido en España. Yo que pensaba que la familia de mi padre venía de Navarra…

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Que chulo!! El trailer y Tony Stark por supuesto .

Visto en Las Horas Perdidas

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Para ser capaz de pintar esto y que otra persona te entienda:

Por cierto, si no me equivoco es una explicación de andar por casa de cómo eliminar la recursividad a izquierda de una producción de una gramática.

(Está bien, ¿no?)

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Pues sí, desde hace unas semanas he vuelto a escribir críticas de discos. Aquel buen hábito que empecé con Metalthunder y después Rockthunder (acepto sobornos xD). En esta ocasión he querido lanzarme un poco al vacío, a ver cómo iba eso de la automotivación. Y ahí estoy, en Corsarios del Metal. Un nombre que como dicen en su programa de radio es más heavy que las tachuelas… Y para ser un moñas como el que soy, se están portando bien conmigo. Os dejo un extracto de la última crítica y el enlace para que la leáis entera (si queréis, claro):

 

Saratoga: Secretos y Revelaciones

Primer paso: el single… La impresión fue bastante buena, tanto que tienes ganas de ver cómo va a acabar la aventura. Segundo paso: escuchar el disco… Y es que no he sido la primera persona que dice aquello de “me esperaba más”. Tercer paso: escucharlo unas cuantas veces más…. Poco a poco se descubren más cosas, de hecho, el disco se va descubriendo a sí mismo, logrando que tema tras tema entres dentro de sus melodías cosa que en un principio parecía más difícil.
Así ha sido, y es que me vais a permitir tomarme la licencia de defender una rutina que, según avanzan los tiempos se está perdiendo: Coges el CD del grupo en cuestión, lo metes en la cadena de música (ahí estamos, nada de auriculares, ordenadores y nuevas tecnologías), con sus altavoces (¡de madera!), un sofá para sentarte con el libreto en la mano (¡papel!) y las orejas destapadas esperando una buena ración de heavy metal. Y esto lo digo porque sigo defendiendo que hay grupos que funcionan mejor cuando “parece que las melodías te envuelven”.

 

Acabar de leer

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